Los votantes británicos acudirán a las urnas este jueves para una elección general
crucial que se considera un referéndum sobre 14 años de gobierno conservador.
La votación anticipada, convocada por el primer ministro Rishi Sunak, se está
celebrando meses antes de lo necesario y tomó por sorpresa a gran parte de su
partido.
El opositor Partido Laborista sufrió su peor derrota desde 1935 en las últimas
elecciones generales, pero desde entonces se ha reconstruido bajo el liderazgo de
Keir Starmer.
La votación del jueves sigue a una campaña de seis semanas en la que todos los
partidos principales han recorrido el país en busca de votos. Gran parte del debate
ha girado en torno a la economía, el costo de vida, el estado de los servicios
públicos británicos, los impuestos y la inmigración.
Sin embargo, en gran medida ausente del debate ha estado la relación de Gran
Bretaña con la Unión Europea, de la que abandonó en 2020 después de un
referéndum cuatro años antes.
Gran Bretaña ha tenido tres primeros ministros conservadores desde las últimas
elecciones generales de 2019, en las que Boris Johnson ganó por abrumadora
mayoría.
Pero después de que gran parte del país y su partido se enojaron con Johnson,
los miembros del Partido Conservador votaron en 2022 para reemplazarlo por Liz
Truss, quien se convirtió en la primera ministra con menos tiempo en el cargo en la
historia británica. Los miembros conservadores del Parlamento (MP) votaron
entonces para reemplazarla por Sunak.
Durante la campaña, Nigel Farage –uno de los defensores más destacados del
Brexit– anunció su regreso a la primera línea de la política para liderar el naciente
partido de extrema derecha Reform UK.