Estados Unidos dijo estar preocupado por la detención de cinco activistas opositores en Venezuela en las últimas 72 horas, una denuncia formulada por el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática Edmundo González Urrutia, de acuerdo con una publicación en X de Brian Nichols, subsecretario de estado de EE. UU. para asuntos del hemisferio occidental.
“Las últimas detenciones y el continuo acoso a miembros de la oposición democrática de Venezuela son hechos muy preocupantes en vísperas de las elecciones presidenciales del 28 de julio” dijo Nichols, quien también afirmó que los candidatos y activistas deben poder hacer campaña pacíficamente y sin intimidaciones.
No tardó la respuesta del canciller venezolano, Yvan Gil, quien dijo en sus redes sociales que el alto funcionario estadounidense “ofende a los venezolanos inmiscuyéndose en asuntos que no le corresponden”.
“Parece que la derrota que tienen pintada en la frente sus títeres le causan más angustia que nunca”, dijo Gil, quien considera que “los intentos de interferir en el proceso electoral” serán “un rotundo fracaso”, como, a su juicio, son también las políticas del gobierno de Estados Unidos.
El aspirante de la alianza de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Edmundo González Urrutia aseguró el martes que tres jóvenes fueron detenidos y llevados a la prisión del Helicoide acusados de incitación al odio y asociación para delinquir.
En las últimas horas fueron detenidos Gabriel González y Javier Cisneros, cuando salieron a buscar almuerzo, según la versión del comando de campaña. En horas de la tarde, Cisneros fue liberado. Las otras tres detenciones tuvieron lugar durante el fin de semana, agregaron.
CNN se comunicó con la fiscalía general de la República para conocer su versión sobre estas detenciones sin hasta ahora haber obtenido respuesta.
El comando opositor asegura que se les asignó defensa pública, pese a que querían designar a defensa privada.
González Urrutia considera que estas acciones registradas a poco más de un mes de las elecciones presidenciales, previstas para el 28 de julio, constituyen la consumación de un nuevo episodio de violación del acuerdo de Barbados y que afectan el normal desarrollo de la campaña, que aún no comienza formalmente.